En este blog siempre intentamos que vosotros, los lectores, conozcáis cosas interesantes sobre nuestro mundillo, sobre nuestro sector. Hoy hablaremos sobre el caso Ford.

Hace unos años, el consumo de bienes y servicios dependía de la capacidad productiva de las empresas, es decir, se consumía todo aquello que se fabricaba. Desde el s. XX la relación consumo – producción ha variado. Tras la Revolución Industrial, el consumo ha pasado a ser el “director” de la economía y la producción se adapta a las necesidades de consumo del mercado. Esto es lo que podríamos llamar el origen del marketing.

Henry Ford fue la personificación de la teoría del marketing masivo como punto de partida de la segmentación del mercado. D

e acuerdo con ello, la empresa vendedora produce, distribuye y promociona masivamente un producto para todos los compradores por igual.

A principios del siglo XX más de la mitad de la población estadounidense vivía en granjas. Ford, la marca de automóviles, introdujo en el mercado un modelo que combinaba a la perfección con lo que necesitaban los ciudadanos: un coche duro, resistente y más bien económico.

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Fuente: http://blog.anuncios.com/

 El chasis de acceso con vanadio permitió a la empresa fabricar un coche más resistente, más ligero y, sobretodo, más económico que el resto de competido

res de la época. Creó la transmisión sin cadenas, ya que hasta entonces los coches funcionaban con un sistema parecido a las bicicletas, y otras mejoras que hicieron que los consumidores prefirieran adquirir su producto.Vendió la mayoría de los automóviles que circulaban por las carreteras de Norte América entre 1908 y 1923.

El modelo T de Ford fue la creación adecuada, justo en el momento adecuado, adecuado a un mercado y con un precio más que adecuado.

La famosa frase que Henry Ford decía: “Fabricamos el modelo T del color que el cliente guste, siempre y cuando sea negro.”

Por ello muchas personas tras recibir el automóvil recién salido de fábrica, lo primero que hacían era pintarlo del color que querían.

El negro era el color seleccionado para la fabricación del modelo porque hacía que el proceso de producción fuera menor y más barato (porque muchas piezas ya eran negras), por lo que cuando sugirieron al señor Ford fabricar coches de más colores, este no

veía ningún motivo considerable para hacerlo.

competencia

El automóvil era uno de los productos que mejor le iban a la sociedad norteamericana de la época. Las grandes distancias que eran necesarias recorrer para cruzar el país suponían un problema, si el medio de transporte empleado era un coche de caballos.

La gran mayoría de los productores de automóviles eran simples artesanos, cuya capacidad de producción era muy limitada. Tanto es así, que entre todos ellos no eran capaces de cubrir las necesidades de los demandantes.

Esta era la clara razón por la que la compañía Ford no se preocupaba por el color preferido de los clientes. En su situación ¿quién lo haría?

Algunos años más tarde, la competencia fuerte aparec

ió. Chevrolet (entre otros) fusionada con General Motors comenzó a fabricar más modelos que poco a poco hicieron que Ford tuviera que cambiar su integración vertical, que hasta entonces había funcionado a la perfección.