En la actualidad, ser youtuber no es un simple hobby. Se ha convertido en mucho más que el mero hecho de subir videos a la plataforma Youtube: es una vocación, es una pasión y es una profesión. Videos de creación propia con contenidos interesantes dirigidos a un público muy específico, pero también muy fiel, son la clave de este nuevo fenómeno.
En los últimos años este fenómeno ha tomado enormes dimensiones en una generación de comunicadores visuales digitales, profesionalizada y con un nivel de ganancias inimaginable. El éxito es debido a los métodos de obtener su audiencia: originales y novedosos.
Los jóvenes han creado una nueva forma de comunicar que los youtubers han introducido en sus videos. Consiguen llegar así a una capa de la población que valora enormemente sus opiniones, llegando a ser unos verdaderos difusores de los valores de una marca. Llegan a la audiencia de una manera más directa, más personal, no los ven como anunciantes.
Existen youtubers especializados en todo tipo de mercados: juegos, tecnología, decoración, relaciones personales, gastronomía, educación, música, cine… ¡De todo lo que busques habrá un youtuber detrás! Incluso han aparecido empresas especializadas en “profesionalizar” a estos jóvenes, con recursos de promoción, producción y distribución.
El éxito de los youtubers radica en que son muy cercanos con su audiencia, los conecta entre sí. Basta con tener algo que contar y hacerlo de forma desenfada y graciosa, esto los convierte en estrellas. Además, nacen con el objetivo de colaboración, ya que es muy sencillo enviarles sugerencias, críticas o ideas.
Integrar el videomaketing entre las estrategias de empresas es fundamental, ya que la plataforma Youtube es líder en difusión audiovisual online.
Si los youtubers seguirán existiendo en un futuro es una incógnita que se preguntan también los creadores de estos contenidos en internet, que ahora mismo disfrutan de su popularidad hasta que cambien las tendencias de los millennials en la web.